diciembre 05, 2014

Gracias

Me caí, me levanté, sacudí mi ropa, sonreí y comencé nuevamente.

Pasó el tiempo, tropecé, tambaleé y caí… me levanté otra vez, sacudí mi ropa, pero esta vez mis rodillas sangraron, las limpié y comencé nuevamente.

Siguió pasando el tiempo, y otra vez caí, pero ahora no solo mis rodillas sangraron, sino que también mis codos y manos estaban heridas.

Solo ahora, cuando comienzo a levantarme, me doy cuenta que quizás nunca hubiese tambaleado, que quizás nunca hubiese caído y que quizás nunca me hubiese herido, si tan solo hubiese visto tu mano, siempre extendida para ayudarme… y es ahora que me doy cuenta que juntos es todo menos amargo y menos pesado.

¡Qué alegría que haces que me de cuenta de que formo parte de ti, de tu creación, de tu manifestación que es todo lo que me rodea!

¡Qué alegría que siempre me haces saber que eres más que esa energía que fluye en todo lo existente y que hace que latan nuestros corazones para crear vida, y por eso agradezco que seas mi primer pensamiento en la mañana, y el ultimo en la noche.

¡Gracias por hacer de mi la esencia que forma parte de ti, de la naturaleza, del universo que eres tu manifestado

 No debo ponerte nombre, pero...... Gracias

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