Hace
unos días estaba leyendo un artículo en un blog espiritual sobre la inseguridad
de los seres humanos. Y recaigo en el concepto de que la inseguridad, al final,
es un temor que se refleja a partir de la incapacidad de la persona de realizar
tareas por miedo a equivocarse. Además, se podría tener en cuenta que la
persona se siente inferior de los demás y considera que todo lo que hace está
mal.
O
sea, la inseguridad y el miedo van de la mano.
El
ser humano siempre se ha visto asediado por una inseguridad y un miedo que
asusta con múltiples caras de pesadilla: miedo
a la soledad, a la muerte, al fracaso, a una quiebra, a la enfermedad, a la
vejez, a las alturas, al vacío, inseguridad laboral, inseguridad espiritual, inseguridad
sexual, inseguridad y miedo al amor, etc, etc, etc…
Con esto no estoy diciendo que esté mal; sino que debemos
ser conscientes de que somos más poderosos de lo que creemos, pero sin la
fuerza del amor seremos bien frágiles. Tenemos talentos por estrenar y podemos
lograr aquello que es imposible para los cobardes. El desafío es llegar a un
despertar de conciencia y expandir el pensamiento.
Elige
conectarte con tu esencia y fluye en el amor a ti mismo, al universo y a los demás.
No
gastes tus energías pensando en cosas que no necesitas, para pagarlo con dinero
que no tienes, para al final impresionar a gente que ni siquiera te conoce ni
piensa en ti.
No
gastes tus energías en la culpa, el miedo y las dudas… no gastes tus energías
pensando en cosas inútiles para tu vida,
pensando en cosas y gente que no suman nada en tu vida…
Sientete seguro con tus elecciones, ya sean estas familiares, de pareja, de
trabajo, o lo que sea.
No
gastes tus energías dudando del trabajo que quisieras tener. Decídelo,
prepárate y búscalo… y te aseguro que
tarde o temprano lo encontrarás.
Si
estás permitiendo que tus miedos y tus inseguridades te dirijan, date vuelta y
confróntalas, Enfréntalas,
Devóralas, Consúmelas. Hazlo tan bien y con tanto entusiasmo que despejes
todo tu karma.
Busca
el trabajo que quieres, esfuérzate y compra el auto que deseas, llama a esa
persona que el miedo o el orgullo no te ha dejado llamar y dile lo que sientes,
ya sea un “Gracias”, un “lo siento” un “te perdono”, o un “perdóname”.
Yo
he comprobado que sólo hasta que estoy dispuesto hacer frente a mis miedos e
inseguridades, desaparecen los problemas.
Es
necesario ser valiente para estar dispuesto a toparse con lo que la inseguridad
le va a decir a uno, ya que siempre surgen nuevos sentimientos, transformaciones
y milagros.
Habitualmente
los miedos se desvanecen al afrontarlos y al cultivar una fe en uno mismo. Si
el miedo te paraliza no te quedes allí y busca ayuda para ser libre y
aprovechar lo que la vida te ofrece.
¡Eso
es liberación! Y eso es ir dentro de la conciencia universal, conciencia
divina, conciencia de lo infinito que llamamos "Dios".
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